Monterrey tiene muchos atractivos, pero pocos como el Canal y Paseo de Santa Lucía, que en poco tiempo, desde su inauguración en 2007, se ha convertido en un emblema de la ciudad.
Este río artificial con vía peatonal tiene una longitud de 2.5 km, siendo el más largo de Latinoamérica en su tipo y es una de las nuevas maravillas de la ingeniería y la construcción mexicana.
Rememora el Ojo de Agua de Santa Lucía, el lugar donde el colonizador malagueño, Diego de Montemayor, fundó por definitiva vez a la ciudad en Monterrey en 1596.
El canal une la Macroplaza con el Parque Fundidora, otros dos atractivos regiomontanos, y es surcado por pequeños botes que se abordan cerca del Museo de Historia Mexicana.
A lo largo del paseo hay puentes, fuentes, museos, murales, cafés, restaurantes y otros lugares de interés.
En el trayecto se encuentran dos docenas de fuentes, esculturas de gran formato y un conjunto de láminas informativas con textos sobre distintos acontecimientos de la historia de la ciudad.
Una de las esculturas más populares es La Lagartera, del artista Francisco Toledo, instalada en el canal, frente al Museo de Historia Mexicana.